Hace ya diez años que empecé a poner orden mi desastre financiero cuando me di cuenta todo el tiempo y dinero que había dejado pasar: a los 36 años había llegado a la mitad de mi vida y no tenía mucho para presumir (ni casa, ni auto, ni ahorros a mi nombre) a pesar de haber ganado bien desde el principio de mi carrera profesional.
Tuve que cambiar las creencias que tenía sobre el dinero y actuar en consecuencia:
- Comprar al contado, evitar pagar intereses porque es dinero que no voy a recuperar.
- Ahorrar dinero cambiando mis patrones de consumo.
- Mi plan de ahorro para jubilación debió empezar desde mi primer empleo asalariado.
Y quiero hablar de este último punto porque igual que la mayoría de la gente yo no estaba educada sobre el asunto y asumía lo siguiente: la pensión del gobierno me iba a dar para vivir. Esto fue lo que aprendí:
El plan de retiro es como un banco de tres patas, cada pata supone un plan diferente e indispensable para sostenerlo:
- Por una parte viene el seguridad social como es la afore, pensión del IMSS o ISSSTE.
- Plan de pensión privada normalmente proveído por la empresa donde se laboró.
- Ahorro propios, patrimonio formado o plan personal de ahorro para el retiro.
Como dicen por allí «no hay que poner todos los huevos en una canasta» igual que en las inversiones hay que diversificar los planes de ahorro para el retiro para reducir el riesgo de pérdidas. El asunto es que la persona promedio solo piensa en el plan de seguridad social como la panacea para esta parte de su vida.
No, no es así en realidad el dinero de la afore sin incluir ahorro voluntario solo le va a proveer alrededor del 30% del sueldo que percibía, así que necesita usted poner el 70% restante y considere lo siguiente: ese 30% de la afore proviene del 6.5 % que su patrón deposita, lo que indica que con otro 13% que usted aporte podría conseguirle el 100%.
Medite el asunto.
No te va a alcanzar con la afore
Quiero sacar todo el dinero de mi afore
Mejore los rendimientos de su afore